Olor (onairevaj)
Hoy lo ví, hoy sentí su presencia otra vez detrás de mí, y otra vez sucedió como si lo presintiera, como si lo llamara con cada pensamiento, con cada latido, habitándolo.
Su olor llegó hasta mis sentidos y en cuestión de segundos (10 para ser exactos) los penetró uno a uno, mucho antes que sus manos alcanzaran a tocarme y ahí se quedó; dejo impregnado el lugar con ese aroma que percibo hasta dormida, con sus pasos, con nuestro pseudoromance. Lo respiré, lo toqué, y él me miró como si de verdad le inspirara algo... algo más que piel.
Desde que lo olí y lo probé ya no soy sólida, me derrito como si fuése mercurio ante el sol.
Me encantaría olerlo otra vez tan de cerca como ya mi cuerpo y olfato recuerdan de anteriores noches, y beberlo con gotero, despacio, muy despacio para que no se termine.
Me encantaría olerlo otra vez tan de cerca como ya mi cuerpo y olfato recuerdan de anteriores noches, y beberlo con gotero, despacio, muy despacio para que no se termine.